Vuelve el patchwork, la técnica de nuestras abuelas convertida en lujo de alta costura

Moda

Firmas como Dolce & Gabbana apuestan por relanzar esta técnica tradicional de aprovechamiento de los retales con un plus de diseño actual

Anna Tomàs

La moda guarda siempre un comodín en la baraja: la tradición, ahora convertida en el dedal del nuevo lujo. Técnicas antaño asociadas a las clases más humildes son ahora la más exquisita puntada en todo atelier de alta costura.

Es lo que han demostrado con creces Domenico Dolce y Stefano Gabbana con su última colección para esta primavera/verano, un homenaje a su tierra natal, Sicilia, y a una técnica, el patchwork, que estos meses forma parte también de otras colecciones de lujo. Así, la artesanía tradicional se aúna con la moda más solidaria y respetuosa con el medio ambiente.

Originalmente vinculada a la colcha y al mundo del hogar, esta técnica de confección estaba asociada a los llamados quilts. “La antigüedad de ciertos tejidos empleados era parte esencial a la hora de dar valor al ajuar de una mujer. Tanta era su importancia que incluso los hermanos de una futura esposa participaban cosiendo. ¡Una prometida debía ofrecer al menos 13 mantas acolchadas!”, expone Mathilde Minne, profesora de diseño textil en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, donde se graduaron desde Dries van Noten a Dirk Bikkembergs, entre otros. Dos reconocidos creadores que también han empleado la técnica del patchwork en varias de sus colecciones más exitosas.

Retales de telas diversas

La palabra inglesa patchwork significa “obra realizada a piezas” y se trata de lograr una apariencia discontinua de colores y texturas

La palabra inglesa patchwork significa literalmente “obra realizada a piezas”.Este tipo de trabajo consiste en unir retales de telas diversas, ya sea cosidas entre sí o montadas sobre un tejido base, logrando al final una apariencia discontinua y alternada de aspectos tanto cromáticos como texturales.

“Los orígenes del patchwork también pueden hallarse en tradiciones como la finlandesa”, revela el tándem de diseñadores Llamazares y de Delgado, que usa esta técnica a partir de tejidos de archivo que plisan con el objetivo de personalizar sus prendas.

El origen de la técnica

Un método para aprovechar telas sobrantes

Los primeros indicios que se tienen de esta técnica son anteriores al siglo I a.C., y fueron encontrados en Egipto. Pintada sobre la pared de una tumba en Tebas, aparece una vela de barco de cuadros multicolores. Algunos historiadores sostienen que el origen de la técnica llegó a Occidente desde Oriente a raíz de las cruzadas a Tierra Santa en la Edad Media y, posteriormente, con el establecimiento de la ruta de la seda.​“Sea como fuere, el patchwork se convirtió, durante siglos, en un método económico para aprovechar telas sobrantes o usadas. Durante todo ese tiempo, este trabajo fue viviendo épocas de auge durante los periodos de crisis económica, o de decadencia cuando la abundancia llegaba a la mayoría de hogares, hasta que, entre 1775 y 1885, los emigrantes ingleses y holandeses lo llevaron a los Estados Unidos”, nos descubre Anna Armentano, diseñadora especialista en materiales textiles y docente en las escuelas de moda EATM en Barcelona y ESDi, en Sabadell.

La influencer y estratega de la comunicación de moda Blanca Miró hace ya años que apuesta por el llamado quilting que emplea, por ejemplo, la firma norteamericana Sea New Yorktanto en abrigos acolchados como, en primavera, en chaquetas y camisas bajo la misma premisa.

Y es que una de las características del patchwork es que, según los tejidos utilizados, es perfecta para cualquier época del año. De hecho, Dolce & Gabbana proponen precisamente esta primavera looks que, literal y figurativamente, unen el pasado con el presente de la técnica y de su firma.

Los tejidos de los archivos de la marca se entrelazan con otros recién adquiridos con motivos florales, de lunares y con una cenefa de apliques, brocados y motivos generados con técnicas 3D. Asimismo han viralizado el hashtag #GGSicilanpatchwork.

Tendencia

Dolce & Gabbana proponen esta primavera looks que, literal y figurativamente, unen el pasado con el presente de la técnica y de su firma

La nueva dimensión tecnológica que está tomando el patchwork hace que sea una técnica adorada por nuevos talentos, como Robber Rodríguez, cuya colección Despierta Despierta, presentada en la Mercedes Fashion Week de Madrid en septiembre del año pasado, está confeccionada con todos los tejidos sobrantes acumulados durante los últimos cuatro años en sus estudios en diseño de moda en el IED de Barcelona, haciendo upcycling de colchas de crochet, cortinas, manteles y sábanas.

“Creo que el patchwork hoy en día es útil para explotar la creatividad en relación a los tejidos, ya que se trata de una de las técnicas que te permite crear conjuntos únicos y exclusivos”, explica a Magazine Lifestyle este diseñador que ha trabajado junto a Mary Katrantzou para la firma Victoria’s Secret.

“Mi proceso de creación está basado en la manipulación textil a través de todas las técnicas que conozco y de las nuevas que descubro, logrando paneles de diferentes tejidos que replican lo que quiero contar. Por ejemplo, para la chaqueta de las 100k Ventanas, me inspiré en las vidrieras emplomadas, empleando diferentes colores de algodón manipulados para obtener ese efecto reflejo del cristal. Luego los uní entre sí con ribetes de seda en gris imitando el plomo original de las obras de arte de las catedrales”, añade Robber Rodríguez.

Mi proceso de creación está basado en la manipulación textil a través de todas las técnicas que conozco y de las nuevas que descubro

Robber RodríguezDiseñador

Con poco más de 20 años, Alvaro Mars se ha convertido en uno de los jóvenes más prometedores del panorama español, logrando que su trabajo haya desfilado ya en la Mercedes Benz Fashion Week Russia y la semana de la moda de la capital británica. “El patchwork me parece una forma muy inteligente y personal de desarrollar una prenda. Esta forma de tratar los tejidos brinda un punto de innovación y autenticidad, a la vez que da rienda suelta a tu lado más creativo”.

“En mi caso -sigue diciendo Alvaro Mars-, siempre la he usadode forma muy literal, sobre todo en mi primera colección Teatro Paradiso, donde fue la herramienta perfecta para desarrollar todo el concepto: mis raíces. Fue mi forma de unir recuerdos que se convirtieron en trozos de piel y otros materiales estampados. En la nueva colección, Mavra Solar, también se pueden ver prendas con patchwork a partir de materiales reciclados, desde el cuero a la tapicería, obteniendo así looks muy visuales”.

Alessandro Enriquez también presenta esta temporada prendas con patchwork en denim, lo que recuerda la eclosión de esta unión de tejidos durante los años sesenta y setenta, especialmente entre las comunidades de jóvenes que asistían a los festivales de Woodstock y el Summer of Love en San Francisco.

Blanca Miró, adicta también al vintage, tiene en su hogar y en su armario prendas vintage de patchwork que adquiere en el showroom Alabama Collect (c/ Pallars, 141, Barcelona) a cargo de Paula Prieto, experta en recuperar piezas de otras épocas en mercadillos de todo el mundo desde Bruselas, París, Zúrich, L.A., Copenhague o Japón.

Precisamente Miró es, junto a María de la Orden, la fundadora de la firma La Veste, que realiza colaboraciones con distintas firmas, como es el caso de Mola Sasa, firma fundada por Yasmin Saber, quien creció rodeada del mix cultural y la riqueza étnica de Colombia.

Lo que comenzó hace algo más de cinco años como una colaboración exclusiva con la comunidad indígena colombiana Guna Dule en torno a su antigua técnica de apliques cosidos a mano, evolucionó hacia un trabajo integral en el cual hoy participan seis diferentes comunidades locales, dando lugar a estilos vibrantes, sofisticados y atrevidos para la mujer moderna y divertida que no se rige por las tendencias.

“Pensar en el número y la geometría de las partes es crucial al emplear esta técnica. No todo es libre albedrío. La estética del patchwork consiste en establecer un diálogo y equilibrio visual entre los aspectos múltiples del conjunto, es decir, buscar y perseguir un efecto armónico entre la diversidad”, aclara Anna Armentano.

Pensar en el número y la geometría de las partes es crucial al emplear esta técnica, no todo es libre albedrío

Anna ArmentanoDiseñadora y profesora de moda

Así lo llevan a cabo a nivel de accesorios Gabriela Comella con su firma de bolsos geométricos y coloridos Gabriel for Sach y Gabriela y Karina Iskin, al frente de la marca de joyas Iskin Sisters, cuyas piezas se elaboran a mano en Argentina mezclando materiales, siempre siguiendo las pautas del comercio justo, como el cuero, el acrílico y el acero inoxidable.

Influencers como Leandra Cohen, Caroline Daur o Courtney Torp muestran, en sus respectivas cuentas de Instagram, las creaciones patchwork de la firma escandinava Núnoo, nacida en 2015 de la mano de las hermanas Pia Silfen Jensen y Naja Silfen.

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Anna Tomàs

“If you’re going to San Francisco, you sure to wear some flowers in your hair” (Si vas a San Francisco, asegúrate de llevar algunas flores en el pelo), cantaba Scott McKenzie en 1967. Una canción que se convirtió en un icono cultural, al igual que lo ha sido siempre el patchwork, ahora símbolo también de lo que supone la multiculturalidad, la moda circular y, actualmente, el lujo de no perder jamás las tradiciones más preciadas.

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