El oro como inversión se afianza en el contexto actual

Y en este contexto, el oro fue ganando terreno en los últimos tiempos. Esto se debe a que en momentos de crisis, suele mantenerse estable e incluso subir, como ocurrió el año pasado a partir de la pandemia. En este marco, se estima que su demanda creció un 56% desde entonces.

Los expertos aseguran que la ventaja es que el oro tiene un valores internacionales y no queda atado ni a merced de la inestabilidad de la economía de un país, aunque en la Argentina su precio se cotiza en dólares (convertido al valor del día) y eso puede hacer que su costo fluctúe. No obstante quien pretende venderlo, puede saber cuánto le van a pagar y tiene un riesgo es mínimo a la hora de invertir si se tienen en cuenta otras opciones, como el dólar o las criptomonedas.

En Entre Ríos también se advierte más interés en el metal más codiciado en un intento de que los ahorros no se desvaloricen, y más gente se inclina a invertir en joyas de 18 kilates; monedas de 22, o lingotes de 24 kilates, que siempre se pagan más si tienen certificado.

Esto determina los precios, pero el valor de referencia que se toma es el de la onza troy, una medida imperial británica que se utiliza para cotizar el oro y equivale a unos 31,1 gramos: vale por estos días alrededor de 1.797,40 dólares, según indican los sitios especializados.

Fabián, propietario de una joyería céntrica en Paraná, confirmó a UNO que “siempre hay gente que consulta por el oro como inversión” y refirió que es una tendencia que se afianzó.

“Hay gente que viene para ofrecer su oro. Por lo general venden sus joyas antiguas, que son las que tienen guardadas, que pueden ser heredadas, como material para fundir”, comentó, en referencia a otra forma de mantener un ahorro, aunque con la particularidad de que el precio difiere del que se paga por los lingotes o las monedas, ya que el oro de joyería es de 18 kilates, y la ley nacional permite que haya alguna aleación con otro material, como plata, cobre o paladio. “En los anillos notás que dice 750. El oro puro es de 1.000 y ese 25% es la aleación que se le agrega: es decir, tenemos 75% de puro y 25% de aleación”, aclaró, y explicó que esto hace que sea más accesibles comprar alhajas, por ejemplo, que adquirir un pequeño lingote. No obstante, observó: “Las dos formas de inversión sirven y se lo hacemos saber a los clientes. A alguna cadena, una medalla o una pulsera, el joyero lo puede transformar en lo que el cliente quiera, o puede vender esa pieza, que siempre conserva un valor de base, que se puede descontar cuando compra un nuevo artículo de oro, así se lleva algo más nuevo y no pierde el valor de lo que ya tenía”, indicó.

El oro como inversión se afianza en el contexto actual

Para vender, recomendó averiguar en distintas joyerías, ya que se van pagando distintos precios.

En aquellos casos en que buscan el oro fino como inversión, indicó que el de 24 kilates se usa en monedas o lingotes de 5, 10 o 31 gramos, o incluso un kilo: “Se consiguen con certificado. Se puede guardar y el día de mañana el lingotito con los sellos va a tener ese certificado”, dijo, y señaló: “Es un metal que en realidad nunca baja, se mantienen ciertos valores, dependiendo de cómo va variando la onza, pero es raro que baje”.

“Carlitos paga más” es el nombre de un negocio que hace 35 años se dedica a la compraventa de oro y de antigüedades en la capital entrerriana. Acerca de si se recomienda el oro como inversión, su propietario analizó: “Sin dudas a través de los tiempos fue lo que se utilizó como un resguardo económico. Siempre el oro ha ocupado uno de los primeros lugares como una inversión que a través de los tiempos no pierde totalmente su valor, siempre se recupera, a diferencia de otros bienes. De pronto uno lo tiene y por alguna complicación precisa efectivo en el momento, ya sea juntar unos pesos, dólares, reales, según el país en que lo venda, y al oro siempre hay alguien que lo quiere y lo compra”.

En este sentido, aseguró: “Al oro lo querés vender mañana y lo vendés. No tiene ese problema que tiene ahora el dólar con la cara chiquita, por ejemplo, que uno lo lleva a vender y le retienen un monto diciéndole que vale menos, cuestión que no debería ser así, porque esta en circulación en otros países, pero que en Argentina pasa”.

Por otra parte, refirió a UNO: “En principio, a través de los tiempos ha sufrido variantes, pero hoy hay una medida de peso que se llama onza troy, que es la que se maneja, y que es una pieza de 31.1 gramos de oro fino, que es el oro 22 o 24 kilates”. Acto seguido, agregó: “El que se utiliza en joyerías es el 18, dice el título 750 porque tiene 250 de impureza. La gente a veces no lo entiende y dice que tiene el mejor, pero en realidad el más puro es el de 24 kilates”.

En cuanto a las presentaciones que se encuentran en el mercado de oro fino, refirió: “Nosotros tenemos en nuestro país el peso argentino, que es una moneda de oro 24 kilates de 8 gramos. Después una de las monedas que para mi gusto es la mejor de todas es el mexicano de oro, que tiene 41.6 gramos de oro fino; pero también está la libra, el chileno. Todos los países tienen una moneda que los identifica. Y están los lingotitos de un gramo, de 250 gramos, y los ligotes de un kilo. El gramo de los lingotitos está a unos 70 dólares hoy en día”.