InicioIndustriaAsí se electrificarán las marcas de superdeportivos y coches de lujo
Ferrari, McLaren, Aston Martin, Lamborghini, Bentley, Rolls-Royce... Todas tienen en común que, además de que sus coches son muy caros, deben electrificarse.
Àlex Soler
La electrificación para las marcas de vehículos superdeportivos y de lujo es un asunto incluso más delicado que para las firmas generalistas. Prueba de ello es que fabricantes como a McLaren o Lamborghini les cuesta imaginar uno de sus coches con un propulsor 100% eléctrico. Sin embargo, el rumbo que ha tomado la industria de la automoción, que parece apostarlo todo por los enchufes, obligada también por las rigurosas restricciones procedentes de la clase política, impone que estas marcas deberán transformarse más pronto que tarde.
En el mercado generalista no hay demasiados problemas más allá de la necesidad de realizar inversiones enormes para adaptarse a esta nueva realidad, Ford, en Europa, Volvo, Jaguar… Son varias ya las marcas que se han marcado una fecha concreta para dejar definitivamente la combustión. Incluso Cupra o Alpine, compañías de vehículos deportivos, se convertirán en enseñas 100% eléctricas. La primera ya prepara la llegada del Tavascan y la versión de propulsión del UrbanRebel, ambos eléctricos, en los próximos años, mientras que la segunda ya ha confirmado un nuevo modelo eléctrico para 2025 que será producido junto a Lotus, que ya tiene un eléctrico, en la planta francesa de Dieppe.
Incluso Porsche, que es la compañía que probablemente más se acerca al modelo de marcas como Ferrari o Lamborghini, ya cuenta con el Taycan, y sus sucesivas versiones, un eléctrico que demuestra que deportividad y electricidad no están tan reñidas como pudiera parecer. Sin embargo, las marcas de superdeportivos, así como las lujosas Bentley o Rolls-Royce, han construido su historia alrededor de motores increíbles, como el V12 de aspiración natural de Lamborghini, el V12 biturbo de Aston Martin o el V8 biturbo de Ferrari.
Superdeportivos enchufados
Parece que la hibridación es el camino que han decidido seguir la mayoría de las marcas de superdeportivos, esperando antes de atreverse con la electrificación total. El ejemplo es McLaren, que fue de las primeras enseñas en apostar por la hibridación en el P1, aunque en clave de rendimiento. Desde la marca, Ruth Nic Aoidh, directora ejecutiva de compras, admitió a Reuters que “probablemente podríamos hacer un coche eléctrico mañana, pero esto mataría todos los atributos que hacen que un McLaren sea un McLaren”. Tras presentar el Artura, su último superdeportivo, que ya está electrificado gracias a un propulsor híbrido enchufable, la firma británica confirmó que, a partir de 2026, todos sus vehículos serán híbridos. Un paso medio hasta la electrificación total, que todavía no saben cómo encarar por el peso, mucho más elevado, de los coches eléctricos.
El mismo camino parece querer seguir Ferrari, que ya ha montado propulsores híbridos en el LaFerrari o en el SF90 Stradale. Para el ‘Cavallino Rampante’, sin embargo, el camino es más difuso y no prefieren marcarse una fecha para su electrificación total. Louis Camilleri, exconsejero delegado de la marca, que dimitió a finales de 2020, llegó a decir que el 60% de sus coches serían híbridos en 2022, pero después se apresuró a atacar a las autoridades europeas por su severidad e incluso afirmó que la marca nunca sería 100% eléctrica. “No creo que yo lo vea”, dijo entonces tras defender que “si conduces un Ferrari con motor V12 durante unos 3.000 kilómetros al año, generarás menos emisiones que un coche pequeño que circula cada día”. Uno de sus últimos vehículos presentados, el 296 GTB, es híbrido enchufable, y parece que el Purosangue, el SUV que debería llegar este año, también apostará por esta vía. Para su primer eléctrico, Ferrari confirmó el año pasado que su objetivo es lanzarlo en 2025.
A solo 32 kilómetros de Maranello, en Sant’Agata Bolognese, Lamborghini ha ampliado recientemente los detalles de su plan para electrificarse. Según anunció Stephan Winkelmann, consejero delegado de Lamborghini, su estrategia, bautizada como Direzione Cor Tauri, ya está definida y constará de tres fases. En primer lugar, durante este año Lamborghini se centrará en homenajear al motor de combustión, lanzando modelos que reflejen el período de éxito que vive la marca. La segunda fase, que se desarrollará hasta finales de 2024, será la transición híbrida de la marca, presentándose en 2023 el primer vehículo de producción de serie híbrido. Para finales de 2024, según Winkelmann, toda la gama Lamborghini estará electrificada, usando la hibridación siempre para mejorar las prestaciones y el dinamismo de sus vehículos. Para ello, invertirá 1.500 millones de euros durante los próximos cuatro años. Al final de esta fase, las emisiones de CO2 de su gama se habrán reducido un 50%. Finalmente, Lamborghini dedicará la segunda mitad de la década a desarrollar su primer coche eléctrico. Este mismo mes de enero, la firma del toro ha confirmado que su primer coche eléctrico será un SUV cupé de cuatro plazas y que llegará en 2030.
También parece tenerlo bastante claro Aston Martin. En palabras de Lawrence Stroll, presidente y accionista mayoritario de Aston Martin, los primeros 100% eléctricos de la marca, más allá del experimento que resultó ser el RapidE, llegarán en 2025, un deportivo que se producirá en Gaydon y un SUV que, como el DBX, se ensamblará en St Athan, Gales. Este mismo año, se lanzará una versión microhíbrida del DBX en combinación con el V8 y doble turbo que monta, y que AMG provee a la firma británica. En 2023, el crossover recibirá una versión híbrida enchufable. Tras los primeros eléctricos, la ofensiva electrificada de Aston Martin continuará para que, según dijo Tobias Moers, consejero delegado de la marca, el 95% de sus ventas en 2030 correspondan a electrificados, el 50% eléctricos y el 45% híbridos.
Lujo electrificado
El dilema de enfrentarse a toda una vida dedicada al desarrollo de los motores de gasolina más potentes del mundo no lo tienen las marcas más encaradas al lujo, como son Bentley y Rolls-Royce. Tanto es así, que la primera ya puso fecha al fin de la combustión en sus imponentes vehículos, el año 2030. Adrian Hallmark, su consejero delegado, solo dejó abierta la posibilidad de la combustión en los llamados modelos continuación, que homenajean sus coches clásicos, aunque con el uso de carburantes sintéticos. El primer coche eléctrico con el logotipo de Bentley pisará la carretera por primera vez en 2025. Pese a que no se han dado más detalles más allá de la inversión de 2.500 millones de libras (3.000 millones de euros) que la compañía de Crewe realizará en materia de sostenibilidad hasta 2030, se espera que incorpore funciones avanzadas de conducción autónoma desarrolladas junto a Audi. El Bentley eléctrico se producirá en la planta de la marca en Crewe.
Finalmente, Rolls-Royce ha decidido seguir el mismo camino que su rival británico. La marca del Grupo BMW ya confirmó que se encuentra trabajando en un nuevo vehículo, al que ha llamado Spectre, que se convertirá en su primer eléctrico y llegará al mercado en 2023. Pese a admitir que ya han empezado a desarrollarlo, Torsten Mueller-Oetvoes, su CEO, prometió que será un vehículo 100% Rolls-Royce, es decir, que cumpla con los estándares de calidad, lujo y prestaciones de la prestigiosa enseña del Grupo BMW, y que se convertirá en el primero de muchos, ya que, como Bentley, la marca también dejará de vender coches de combustión en 2030.
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