Las personas ricas están preocupadas y buscan seguridad a la antigua

A pocas cuadras de Grosvenor Square en Mayfair, 46 Park Lane se asemeja a un club privado con paredes de paneles de madera y una chimenea adornada que data de la época victoriana de Gran Bretaña.

Pero bajo las escaleras se encuentra una de las habitaciones más seguras de Londres. Construida por IBV International Vaults, la fortaleza con paredes de acero está programada para abrir el próximo mes y atenderá a multimillonarios que buscan un lugar para esconder sus posesiones más preciadas.

“Recibimos llamadas todas las semanas sobre un lugar disponible por 2,5 millones de libras [$3,2 millones] al año”, dijo Sean Hoey, director gerente de IBV London, refiriéndose a un espacio del tamaño de un apartamento. La firma, que también tiene 550 cajas de seguridad en el lugar y espacio para unas 450 más, apuesta por la reputación de Londres como un “refugio seguro”, incluso con Brexit.

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Esta será la sexta ubicación de IBV, y no es la única de esas firmas consultoras que ofrecen una respuesta para los ricos. Desde Londres hasta Suiza y partes de EE.UU, los ricos buscan almacenar metales preciosos, efectivo y criptomonedas.

Para algunos, es la amenaza de una recesión global, otros evitan los depósitos bancarios ya que las tasas de interés negativas obligan a los prestamistas a cobrar por mantener efectivo, muchos otros están preocupados por los desastres naturales.

El titán de fondos de cobertura Ray Dalio captó la ansiedad el mes pasado cuando advirtió que la economía global está amenazada por una mezcla explosiva de política monetaria ineficaz, una brecha de riqueza cada vez mayor y el cambio climático. Según una encuesta de clientes de UBS Global Wealth Management, la mayoría de los inversores ricos están acumulando efectivo en anticipación de una fuerte caída del mercado antes del final del próximo año.

“Hemos visto una demanda extraordinaria de cajas de seguridad desde que comenzamos a ofrecerlas en 2015, y esa demanda realmente ha aumentado desde fines del verano”, dijo Ludwig Karl, portavoz de Swiss Gold Safe Ltd., que opera alta seguridad en bóvedas alpinas. “La mayoría de la gente dice que está planeando circunstancias económicas difíciles”.

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Es una historia similar para Sincona Trading AG, un distribuidor de metales preciosos con más de 1.000 cajas de seguridad en alquiler en Zurich, Suiza. Tenía decenas de cajas vacías hace tres años, pero ahora está alquilando alrededor de cinco por día, dijo Benoit Schoeni, director gerente.

“Ha habido una demanda extrema”, aseguró. “No pasará mucho tiempo hasta que estemos llenos”.

Las cajas de seguridad pueden variar desde unos pocos centímetros de altura hasta el tamaño de un gabinete de cocina. Otra opción son los puertos libres: los almacenes en zonas libres de impuestos, como Singapur, Ginebra y Delaware, preferidos para almacenar arte, pero que generalmente limitan la cantidad de tiempo que se pueden guardar las piezas.

Según algunas estimaciones, hay más de 25 millones de cajas de seguridad sólo en EE.UU y pueden ser utilizadas desde lo mundano a lo exótico.

Un coleccionista privado tenía la Corona de los Andes, hecha con 5.3 libras de oro y más de 400 esmeraldas, en una caja de Citibank antes de su venta hace cuatro años al Museo Metropolitano de Arte. Aún así, para muchos bancos, ya no son una oferta central.

La cantidad de espacio que requieren es un elemento disuasorio. Ese es especialmente el caso en Londres, hogar de la población de individuos ricos más grande del mundo, según el corredor de bienes raíces Knight Frank. En el centro de la ciudad, pocos lugares tienen instalaciones de almacenamiento seguras tan grandes como las de IBV en Park Lane, donde los clientes también pueden comprar monedas de oro de todo el mundo.

En Estados Unidos, las cajas de seguridad también han caído en desgracia debido a que los bancos cierran sucursales y optan por no instalarlas en otras nuevas. La demanda ha disminuido en los últimos años, según JPMorgan Chase & Co. y Bank of America Corp., los dos prestamistas más grandes del país.

“Gran parte de la disminución se puede atribuir a los clientes que optan por almacenar documentos en línea, especialmente los clientes más jóvenes”, dijo Don Vecchiarello, portavoz del Banco de América.

Pero ha revivido el interés ya que los temores de desastres climáticos e incendios forestales han llevado a más personas a asegurar sus objetos de valor, manifestó Jerry Pluard, fundador de Safe Deposit Box Insurance Coverage. Las cajas también son una opción para las empresas de cannabis que están excluidas del sistema bancario de EE.UU porque la marihuana sigue siendo ilegal a nivel federal, dijo.

Negocios

Algunas empresas suizas también ven una demanda impulsada por la política del banco central. Las tasas de interés negativas han dejado a los bancos suizos atrapados entre la posibilidad de perder dinero para retener depósitos de los clientes e imponer tarifas que podrían ahuyentar a los mismos.

UBS Group AG, el administrador de patrimonio más grande del mundo, y su rival Credit Suisse Group AG anunciaron planes este año de ampliar las medidas para cobrar a los clientes ricos por mantener el exceso de efectivo. Para algunos, estos costos adicionales han hecho de la caja de seguridad una alternativa viable. Una portavoz del banco suizo de UBS, que opera casi 250.000 cajas de seguridad en todo el país, dijo que la demanda de los clientes ha disminuido en los últimos años.

“El costo de almacenamiento de efectivo es más barato que las tasas de interés negativas”, dijo Karl de Swiss Gold Safe. La firma ofrece seis tamaños de cajas, con el alquiler más grande por 4.039 francos suizos [$4.079] al año. “El almacenamiento de efectivo se ha convertido en un negocio sólido para nosotros”.

Algunos banqueros dijeron que el deseo de cajas de seguridad no tiene mucho sentido. Para evitar cargos en sus cuentas, los ricos pueden repartir su efectivo en varios bancos. Los clientes también necesitan comprar un seguro en caso de que algo le suceda al dinero, como un incendio. Las empresas de cajas de seguridad a veces subsidian ese costo adicional, con IBV London ofreciendo 100.000 libras de seguro complementario por cada contenedor contratado.

La proliferación de entidades no bancarias que proporcionan cajas de seguridad ha llevado a algunos legisladores suizos a preguntarse si están proporcionando un refugio seguro para las malas acciones, como el lavado de dinero, y señalan que no enfrentan el mismo nivel de escrutinio y supervisión reguladora que los bancos tradicionales.

El almacenamiento de grandes sumas de efectivo en cajas de seguridad exige una lista de tareas. Esas incluyen organizar el transporte del dinero y mantener registros detallados de su ubicación para evitar levantar sospechas sobre el lavado de dinero si el efectivo alguna vez regresa a una cuenta bancaria. Además, el incumplimiento estricto de los protocolos de una empresa de depósito seguro puede resultar en el rechazo como cliente.

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“El problema aún mayor es devolver el efectivo a su cuenta”, dijo Felix Brill, director de inversiones de VP Bank, con sede en Liechtenstein, que administra unos $50 mil millones en activos y ofrece algunas cajas de seguridad. Aún así, “a nadie le gusta pagar tasas de interés negativas. Todos buscan alternativas”.

Las cajas de seguridad no siempre son a prueba de fallas.

En 2015, los ladrones perforaron la pared de una bóveda subterránea en el distrito de diamantes Hatton Garden de Londres, obteniendo $20 millones en joyas. Un año antes, un cliente de una sucursal de Wells Fargo & Co. en Highland Park, N.J., perdió millones de dólares en relojes raros que habían sido almacenados en una caja de seguridad, informó el New York Times en julio.

Irónicamente, los atracos y los escándalos pueden impulsar a otras empresas que ofrecen cajas de seguridad a medida que los ricos buscan lugares aún más seguros para esconder sus preciadas posesiones.

Christopher Barrow, director ejecutivo de Metropolitan Safe Deposits, con sede en Londres, dijo que su compañía gastó más de $3 millones para construir una instalación que abrió este año en el suroeste de Londres.

“Hatton Garden fue un caso clásico”, dijo Barrow, cuya firma tiene más de 15.000 cajas de seguridad sólo en el centro de Londres. “Hubo un salto en lo referente a la calidad tras ese caso”.

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