El bolso más antiguo del mundo ahora es de lujo

Alex JoverBarcelona

Año tras año, las principales casas de lujo lanzan nuevas versiones de sus bolsos más icónicos. El Saddle Bag de Dior, el Classic City de Balenciaga o el Baguette de Fendi. Son complementos con historia, que cada temporada copan la lista de los más deseados. Pero existe uno en particular, artesanal y sin marca propia, que cada verano gana la partida por goleada. Es el capazo de toda la vida. Una cesta de palmito con más historia que cualquier casa de moda. El bolso más antiguo del mundo que ahora se alza a la conquista del sector del lujo.

“El capazo nació en la Llata, un pequeño pueblo de Mallorca en el que todos sus habitantes se dedicaban exclusivamente a este oficio”, cuenta Araceli Iranzo, artesana y creadora de la firma Antic Mallorca. Sus capazos están trenzados por ses madones de sa Llata, un grupo de mujeres del lugar que aprendió la técnica en su infancia y que ahora la retoma en su jubilación como las últimas artesanas originales del capazo.

“Cuando llegó el turismo a la isla, los mallorquines dejaron de hacer cestas de palmito, porque no les salía a cuenta”, explica Iranzo que añade que fue entonces cuando toda la producción de capazos pasó a Marruecos. Fue entonces cuando comenzó la producción en masa.

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— ️️Tadas Petra Wed Jul 21 19:21:28 +0000 2021

En la última década, las playas se han llenado de esta joya de la artesanía, despojada de su tradición y producida en el exterior para venderla en tropel y a precio ridículo.

Sin embargo, trabajos como el de Iranzo y algunas de las mejores firmas han vuelto a poner el histórico complemento trenzado en valor. También las famosas, como las influencers Olivia Palermo y Gala González, la modelo Eugenia Silva o incluso Carmen Lomana promueven la vuelta del capazo original al elegir para sus vacaciones versiones de calidad de este.

Las marcas exclusivas han visto claro el éxito del cesto de palmito y se han lanzado de cabeza a sellarlo con su nombre. La casa de moda española Loewe es la que lleva más temporadas apostando por él y firmas como Dolce&Gabbana. Chanel y Jacquemus no han tardado en subirse al carro. Algunas, como Lonbali, incluso ofrecen la posibilidad de personalizarlo y convertirlo en un objeto más íntimo.

Y aunque parece que, por una vez, la artesanía tendrá el final feliz que merece, Iranzo advierte que para que el oficio de las cestas trenzadas no desaparezca es importante que tanto vendedor como comprador mantengan una conciencia ética y sostenible sobre lo que producen y consumen.

“La crisis sanitaria nos ha hecho ver que no podemos depender de que todo se produzca en China”, sentencia. Porque tal vez vale la pena invertir un poco más y evitar contribuir a que el bolso más longevo del mundo, y el oficio que lo engendró, se extingan.