Mar Flores disfruta de unos días de descanso en compañía de sus hijos. La modelo y empresaria se relaja en las aguas turquesas de Formentera e Ibiza. «Tiempo en familia», «sin filtros», «sin maquillaje», añadía en una publicación en Instagram, donde aparece tomando el sol o jugando al parchís con la prole. «AMOR, AMAR», escribe junto a otra imagen en la que posa de espaldas rodeada de sus hijos en una piscina infinita. Eso sí, este verano tiene mucho mar y poco amor... de pareja. La diseñadora ha roto este año con Elías Sacal, un rico empresario mexicano con quien ha mantenido una relación intermitente desde finales de 2016.
Pero su ruptura no le ha impedido pisar la cubierta de un yate de lujo y compartir con sus seguidores varios posados veraniegos en los que parece «la sirena de los mares» o, directamente, «de otro planeta». La exmodelo de los 80 (y de 1,80) sigue tan alta, tan esbelta, tan bronceada, tan pletórica... y, además, continúa en la cresta de la ola. Reciclada en señora bien y madre de familia numerosa -tiene cinco hijos (todos varones)-, hace mucho que cambió las pasarelas y los sets de rodaje por su faceta de diseñadora de su propia firma, Mar Flores Madrid (MFM); las redes sociales y las causas humanitarias. De hecho, acaba de ser premiada por su labor solidaria en organizaciones como Infancia sin fronteras, Mensajeros de la Paz y la Fundación Women Together. «Todo lo que uno hace a nivel social, no tiene por qué comunicarse, pero sí reconocerse», escribió tras recoger el galardón.
Mar Flores luce el bañador 'Lido' de la firma asturiana Victoria Cimadevilla.
A sus 52 años, la que fuese mito erótico de los noventa en España, conserva su rutilante físico. En más de una ocasión, ha reconocido que en el colegio se sentía «el patito feo porque con 14 años medía 1,82 y era la más delgada de la clase», pero hoy debe estar muy agradecida a una genética indudablemente privilegiada. No hay bañador o bikini que se le resista. Y prueba de ello, son los estilismos que ha incluido en su maleta de vacaciones, entre los que destaca un bañador muy especial. Se trata del modelo 'Lido' de la diseñadora asturiana de ropa de baño de alta costura Victoria Cimadevilla, que lanzó su primera colección hace tan solo un año.
Este elegante bañador está disponible en las tallas S, M y L y cuesta 360 euros.
Un diseño de una sola pieza con gran volante bicolor en tono negro y ocre que es capaz de llevar toda la elegancia al terreno estival. Pero, además, se puede utilizar en otros contextos. Esta pieza resulta idónea para lucir en una cena, a modo de 'body' ajustado, con un vaquero de talle alto o unos culottes negros; pero también para asistir a una boda combinándola con un pantalón de traje y unas sandalias de tacón o unos stilettos. Inspirada en los atuendos del mítico Cabaret de París, se adapta al cuerpo como una segunda piel y tiene un diseño novedoso pero atemporal, que no pasa de moda tras varios veranos. En la página web de la firma, está disponible en las tallas S, M y L. Cuesta 360 euros.
Los 'bañadores de lujo' de esta firma asturiana son tan especiales que la actriz Candela Peña no dudó en presentarse con uno de ellos en la alfombra roja del Festival de Málaga. En concreto, eligió el modelo 'Camelia' en color rosa, que llevó a modo de 'body' con un pantalón corto blanco de la diseñadora vizcaína Alicia Rueda.
Unos días después, la escritora y experta en moda Fiona Ferrer deslumbró en la presentación de su último libro, 'La Estilista', con el mismo bañador, pero en blanco y negro, el binomio más elegante. Fiona combinó esta pieza, de escote asimétrico y con una gran flor en el hombro, con un traje tipo esmoquin de color azul eléctrico con detalles negros del diseñador Fernando Claro. El traje de baño 'Camelia' está disponible en distintos colores y cuesta en la tienda 'online' de la modista asturiana 350 euros. Un precio quizá demasiado elevado para darse un chapuzón en Sopela -como hace la irresistible Mar Flores en aguas de Ibiza-, pero perfecto para marcar la diferencia en un evento importante.