No solo por su incalculable valor, también por las leyendas que corren sobre ellos, los tesoros perdidos tienen algo que fascina a todo ser humano. Las guerras, la barbarie o el simple paso del tiempo han llevado a que muchos de ellos hayan desaparecido en el olvido, hasta el punto de no saber en algunos casos si realmente llegaron a existir.
Te traemos hoy algunos de estos tesoros más buscados, que a día de hoy siguen encontrándose en paradero desconocido, alimentando la imaginación de los aventureros que sueñan con toparse algún día con ellos.
El Santo Grial
La tradición cristiana, algunos mitos celtas que hablan de un caldero divino y las historias del Rey Arturo son las culpables de que vayamos en busca, desde hace siglos, del Santo Grial. Estas leyendas se entrecruzan, y a día de hoy pocas son las personas que no han escuchado hablar acerca de la reliquia más buscada del cristianismo, que, hasta donde sabemos, hoy se halla en paradero desconocido.
Hace mil quinientos años en Jerusalén se custodiaba un vaso de ágata que se identificaba con esa copa en la que bebió Jesús
¿Podría estar más cerca de lo que imaginamos? ¿Valencia quizá? Otros se aventuran a hablar de la Colegiata de San Isidoro en León. Hace mil quinientos años en Jerusalén se custodiaba un vaso de ágata que se identificaba con esa copa en la que Jesús de Nazaret decidió beber en su última cena. Hoy, sigue siendo un misterio.
La cámara de ámbar
Conocida también como 'La octava maravilla del mundo' y 'la piedra del sol', fue construida en Prusia en el siglo XVIII por el escultor barroco Andreas Schülter. La increíble estancia sobrevivió, sorprendentemente, a la Revolución Rusa, y llegó de una pieza a la Segunda Guerra Mundial. En el verano del 44 los aliados bombardearon la ciudad de Königsberg y el castillo en el que se encontraba fue destruido. Entonces, se perdió su pista.
Mientras su paradero siga siendo desconocido, tendremos que contentarnos con la réplica que en 2003 se inauguró en el Palacio de Catalina, con motivo del 300º aniversario de San Petersburgo.
La tumba de Nefertiti
Durante un tiempo se creyó que los restos de una de las reinas más fascinantes del Antiguo Egipto podían encontrarse en la tumba de Tutankamón, pero los nuevos estudios descartaron la teoría porque no hay cámaras adyacentes dentro de la cámara mortuoria del faraón niño. Otras teorías apuntan al Museo Egipcio de El Cairo, formando parte de un grupo de momias que fueron desenterradas en 1898.
El año pasado el famoso egiptólogo Zahi Hawass aseguró con optimismo que en 2020 por fin se encontraría la tumba de la bella reina, pero el 2020 llegó y pasó y por el momento su lugar de descanso continúa siendo un misterio.
Honjō Masamune
El Honjō Masamune es, probablemente, la espada más importante de Japón, aunque se encuentra en paradero desconocido. Masamune es ampliamente conocido como el mejor espadero de Japón, aunque no se sabe exactamente las fechas en las que vivió. La legendaria espada samurái fue legada de shogun a shogun durante siglos, y se considera que su valor es incalculable.
La tumba de Alejandro Magno
Cuando el conquistador murió en Babilonia no pudo descansar mucho. Se sabe que Ptolomeo robó su cuerpo mientras regresaba a Macedonia y lo llevó a Alejandría, donde se mostró hasta la Antigüedad Tardía. La tumba se desvalijó en varias ocasiones: el emperador Octavio Augusto le rompió la nariz, Pompeyo el Grande le robó la capa y Calígula saqueó su coraza. Tras la caída del Imperio Romano, se perdió su pista.
El emperador Octavio Augusto le rompió la nariz, Pompeyo el Grande le robó la capa y Calígula saqueó su coraza
En 2015 se encontró una tumba de enormes dimensiones en Anfípolis (al norte de Grecia), dato esperanzador, pero finalmente se concluyó que era un homenaje a Hefestión, el amigo más querido del gran conquistador.
El Diamante florentino
Uno de los diamantes más célebres de la historia y procedente de la India, a día de hoy se encuentra extraviado. Existen diferentes teorías sobre su origen, pero no hay dudas en cuanto a su tamaño:137,27 quilates. En 1918, cuando terminó la Primera Guerra Mundial y con la desaparición del imperio Austrohúngaro, la antigua familia imperial se lo llevó al exiliarse en Suiza. En 1921, una persona cerca a la familia podría haber robado el diamante y otras gemas de la Corona Austríaca y haberlas enviado a Sudamérica. Desde entonces, se desconoce su paradero.
Los huevos de Fabergé
Entre 1883 y 1917 Peter Carl Fabergé, el joyero oficial de la Corte Imperial Rusa, creó un total de 69 huevos de Pascua para el Zar repletos de joyas. De todos ellos, ocho están en paradero desconocido. De ellos, cinco se sabe oficialmente que existen, porque existen fotografías, pero de los otros tres solo se conoce el nombre.
El Misterio del Flor de la Mar
Con 36 metros de largo, 33 de ancho y más de 400 toneladas de peso, se convirtió en uno de los grandes orgullos del Portugal de 1502. En uno de sus viajes, se dirigió a Malaca (Malasia), donde se capturó la ciudad para el imperio portugués y consiguieron llenar las bodegas del barco de uno de los tesoros más grandes nunca vistos, directamente del palacio del sultán, pero en el viaje de regreso se toparon con una tormenta que hundió el barco frente a la costa de Sumatra.
Los tesoros que el barco contenía están valorados en unos 2.500 millones de euros, además de contar con más de 54.000 kilos de oro
Los tesoros que el barco contenía están valorados en unos 2.500 millones de euros, además de contar con más de 54.000 kilos de oro. De hecho, cada uno de esos lingotes está valorado en unos 49.000 dólares o, lo que es lo mismo, hay perdidos en el mar unos 2.600 millones de euros en oro.
La tumba de Cleopatra
Según la leyenda, para evitar ser apresada por el ejército de Octavio, la última reina de Egipto decidió suicidarse mediante el mordisco de un áspid, serpiente venenosa. Otras teorías menos rocambolescas apuntan a una muerte un poco menos romántica. Sea como fuere, con su muerte terminó la dinastía ptolomeica y marcó el declive de la civilización egipcia, que consiguió sobrevivir durante más de 3.000 años a orillas del Nilo.
A día de hoy nadie parece ponerse de acuerdo: el Servicio Egipcio de Antigüedades cree que puede estar cerca de un templo de Taposiris Magna, al suroeste de Alejandría, pero las ideas de Zahi Hawass son más extravagantes: Cleopatra estaría cerca de su propio palacio, en Alejandría, pero enterrada bajo el agua.