Las tiendas de compraventa de oro son las que más proliferan en época de crisis

Barcelona vive su particular fiebre del oro. En estos últimos años y a causa de la crisis, los comercios dedicados a la compraventa de este metal han proliferado como ningún otro y ocupan muchos locales que antes estaban cerrados. Donde antiguamente había un videoclub o una inmobiliaria, ahora hay un negocio especializado en el mercado de joyas usadas al que recurren ciudadanos que se ven obligados a desembarazarse de anillos, gargantillas o pulseras "para poder salvar el mes". Ofrecen dinero contante y sonante al instante y aseguran comprar al mejor precio.

En Catalunya hay censados 500 establecimientos de este tipo, y sólo un 20% de las joyerías se dedican a ejercer la compra y venta de oro, aunque el número va en aumento. Muchas han apostado por esta actividad debido a la bajada de las ventas del sector. Según el Col·legi de Joiers de Catalunya, la crisis ha doblado el número de tiendas dedicadas exclusivamente a este tipo de producto. Su presencia en las calles, con llamativos escaparates y sugerentes reclamos, no pasa desapercibida para el peatón. En Barcelona, en este año el Ayuntamiento ha tramitado cerca de medio centenar de nuevas licencias de apertura para negocios de oro, tiendas que buscan la mejor ubicación. Así, en el Eixample es habitual encontrarlas en chaflanes.

Luis Montero dirige la franquicia Compro-Oro, que tiene repartidas 30 tiendas por toda España y que sigue con sus planes de expansión. En Catalunya cuenta con dos establecimientos, uno en la calle Urgell de Barcelona y otro en Santa Coloma de Gramenet. Se inició en el sector del oro en el 2008, coincidiendo con los primeros síntomas de la recesión, y desde entonces no ha parado de crecer. El próximo año tiene previsto desembarcar en Portugal. "Este negocio ha crecido como setas, tanto que ahora parece que ya no hay mercado para todas las tiendas", dice Montero. En su opinión, la crisis y el elevado precio que está alcanzando el metal en el mercado es el responsable de la expansión de este tipo de establecimientos, y, aunque han ralentizado su crecimiento, se continúan abriendo locales.

Por su parte, el presidente en funciones de la Fundació Barcelona Comerç, Salvador Albuixech, reconoce que en estos últimos tiempos este tipo de comercios se ha extendido por todos los barrios de la ciudad. En muchos casos, explica, son joyerías que han cambiado su especialización para poder superar mejor la crisis.Para Albuixech, no supone ningún problema la proliferación de este tipo de establecimientos, sobre todo si ocupan un local que antes se encontraba cerrado.

Las tiendas de compraventa de oro son las que más proliferan en época de crisis

Lo cierto es que el oro se ha convertido en un valor seguro para muchos inversores, que han decidido proteger sus ahorros y convertirlos en lingotes. El precio de la onza (31,1 gramos) se ha incrementado en los primeros ocho meses del año un 17%. Y si se compara con el 2008, el incremento del valor de este metal noble es del 103% en euros. Los propietarios de estos comercios compran las joyas y funden el oro. Luego lo revenden a compradores al por mayor que convierten el oro en lingotes y, en algunos casos, sobre todo en el de joyerías que ofrecen este servicio, vuelven a elaborar joyas con el metal. Las estadísticas de la dirección general de Aduanas apuntan que las exportaciones de oro en España han crecido considerablemente desde el 2009, tanto que superan ya las importaciones, lo que significa que se está fundiendo oro y enviando a otros países.

En las tiendas el precio puede variar sustancialmente. Esta semana el valor del oro se situaba en los 39,29 euros el gramo, según el Col·legi de Joiers e Catalunya, pero cada establecimiento puede aplicar un precio por encima o por debajo de la media oficial. Además, se debe tener en cuenta que el valor se rebaja dependiendo de la calidad del metal, que va de los 24 quilates, 22, 18 y 14 hasta 9, el más barato. Esta diferencia puede convertirse en ganancias o pérdidas para el vendedor de la joya.

De hecho, el Gremi de Joiers de Catalunya advierte que algunas tiendas adquieren las alhajas muy por debajo del valor del mercado. No se tiene en cuenta el diseño, sólo la calidad del oro. Además, los propios comerciantes advierten que han surgido muchos "oportunistas" que han visto en la crisis y el precio del oro una ocasión única de hacer negocio. Esto es lo que opina Salvador Garcia, que regenta una tienda en Sants desde hace más de dos décadas. "A todos los clientes que vienen a desprenderse de algún anillo u otra joya les recomiendo que visiten varias tiendas antes de decidirse, advierte este comerciante. Por ejemplo, un collar de 25 gramos puede llegar a venderse por 425 euros en un local, mientras que en otro pueden dar 100 euros más".

Las mujeres son los principales clientes de este tipo de tiendas. "Se desprenden de antiguas joyas que ya no se ponen o que han heredado y también de algunas que, aunque tengan valor sentimental para ellas, venden casi por obligación. A veces se ven situaciones bastante tristes, sobre todo desde que la situación económica ha empeorado", continúa Garcia.

Lo cierto es que las tiendas de compra de oro aplican un protocolo y todas están obligadas a seguirlo. Primero deben confirmar que la pieza que tienen delante es de oro. Normalmente rascan la joya sobre una piedra de basalto para después aplicar un ácido. Si la joya es de oro no reacciona al líquido. Luego la pesan. Todas las tiendas disponen de una balanza de alta precisión con la que se podrá determinar finalmente y, según su peso, el valor del objeto. Al final, el cliente puede aceptar el precio o buscar otro comercio en el que le salga más rentable la venta.