Falsos mitos y leyendas sobre joyas

Hoy quiero empezar una serie de post dedicados a contaros de dónde vienen algunas de las supersticiones que pesan sobre determinadas joyaso algunos conocimientos extendidos que tampoco son del todo ciertos y, sin embargo, a menudo se dan por verídicos. Por ejemplo, la tan generalizada afirmación:Falsos mitos y leyendas sobre joyas

El ópalo da mala suerte.

Pendientes Bouquet d’Opales de Dior

Este comentario lo he escuchado desde pequeña en España y nunca he entendido a qué se refiere exactamente ya que, curiosamente, en otros países de Asia o en Estados Unidos es lo opuesto: está asociado a la buena suerte. Cuando era niña, el aspecto de esta piedra me parecía mágico, ¡¡con sus destellos y cambios de color!! Por eso, ¡quiero desterrar esta creencia!

El ópalo es una piedra admirada y buscada desde tiempos de los griegos y romanos. A todas las culturas les ha fascinado y le han otorgado poderes de protección e incluso de predicción del futuro.

Sortija Ladybird de Cartier

Cuenta un relato que hasta el mismo Marco Antonio mandó al exilio a uno de sus ministros por no querer venderle un ópalo del tamaño de una almendra que quería regalar a Cleopatra en señal de amor.

Falsos mitos y leyendas sobre joyas

Hasta aquí la fama del ópalo era magnífica, pero esto cambió debido a una serie de acontecimientos que comienzan en el siglo XV con una epidemia de peste en Venecia y culminan con la publicación de un libro de Walter Scott sobre las desgracias vividas por la princesa Ana de Geirstein, portadora de una maléfica piedra… un ópalo. Fue tanto su infortunio, que el propio gobierno inglés tuvo que intervenir debido a la caída que sufrió el comercio de estas gemas, ¡se desplomó totalmente!

Sortija Opale d’Orient de Dior

En lo que se refiere a España, el asunto fue aún más dramático. La leyenda cuenta que el rey Alfonso XII se enamoró de la italiana Virginia Doini, condesa de Castiglione, pero al final se terminó casando con su prima, María Mercedes de Orleans. La condesa despechada le envió un ópalo, bautizado con el sobrenombre de “el ópalo maldito”, montado en una sortija de oro, como regalo de esponsales. La reina María de las Mercedes lo utilizó y murió de un misterioso mal, ¡¡tan sólo cinco meses después de la boda!!

Sortija de Boucheron

Se extendió el rumor de que este ópalo era el causante de las fatalidades que sucedieron: tras la muerte de la reina, fallece también la madre del rey, María Cristina de Borbón, y la hermana del rey, María Pilar, ambas de la misma misteriosa enfermedad de la reina y las dos, portadoras del anillo en su lecho de muerte. Pero la historia continúa, el anillo pasa a su cuñada que no creía en supersticiones y, por supuesto, también muere al poco tiempo hasta que finalmente se lo queda el rey Alfonso XII quien, como ya conocéis, muere joven llevando esta joya.

Su viuda y regente, madre de Alfonso XIII, María Cristina de Habsburgo, fue quien acabó con esta supuesta maldición: hizo bendecir el ópalo y lo mandó al santuario de la Virgen de La Almudena montado en una cadena de oro.

Espero que conocer la historia de por qué en España pasamos una época de auténtico rechazo al ópalo os haya gustado tanto como a mí y sobre todo, me encantaría contribuir a que se devuelva esta magnífica gema al lugar que se merece.

Por mi parte quiero deciros queopino que la mala suerte la lleva uno mismo cuando cree en ella. Por eso, no pienso que ninguna joya regalada desde el cariño te pueda traer nunca nada negativo sino todo lo contrario. Tenemos que cargarnos de positivismo y ¡¡¡buscar siempre lo bueno en todo lo que nos pase!!!