El mercado de lujo de segunda mano en China: los 'millennials on fire'

Si hay un país en el que el mundo del lujo es una locura, ese es China. Desde hace algo más de una década, las principales marcas del sector empezaron su política de estratificación de ventas para poder alcanzar a todos los espectros con capacidad adquisitiva, y lo han conseguido.

La pandemia de la covid-19 ha cambiado muchas cosas. Entre otras, ha disparado la venta online (en parte por el cierre de muchas tiendas físicas), pero sobre todo ha lanzado la moda del lujo second hand, la compra de productos de marca de segunda mano, entre los más jóvenes.

Los portales que se dedicaban a la venta de artículos de lujo de segundo mano habían proliferado en todo el mundo en los últimos años. El líder en el sector se llama Plum, y es similar a las occidentales The RealReal o Vestiaire Collective. Sus principales clientas, al igual que en Europa o en Estados Unidos, son mujeres millennials, con poder adquisitivo medio y que viven en ciudades de mediano tamaño o en zonas rurales de China donde las tiendas de súper lujo como LVMH, Hermés o Prada no están presentes.

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China, según los expertos, no era país de productos de segunda mano -se podría pensar que más bien era de falsificaciones-. Pero lo cierto, es que los consumidores chinos tradicionalmente han rechazado los productos de segunda mano. Esta tendencia ha cambiado en los últimos años, sobre todo entre los más jóvenes. Buscan, como el resto del mundo, productos más asequibles al tiempo que tienen conciencia medioambiental.

El mercado de lujo de segunda mano en China: los 'millennials on fire'

La agencia de noticias Reuters publicaba hace unas semanas un informe de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de China e Isheyipai en el que se estima que las ventas de productos de segunda mano representan solo el 5% del mercado de lujo, en comparación con el 28% en Japón o el 31% en Estados Unidos.La consultora Bain estima que los consumidores chinos representarán casi el 50% del mercado mundial de lujo, que estiman tendrá un valor de unos 374 mil millones de dólares, en el año 2025.

Los millennials en occidente son un gran mercado para los minoristas de artículos de segunda mano, y China lleva el mismo camino. El informe conjunto universidad-Isheyipai estima que el 52% de los consumidores de artículos de lujo de segunda mano en China tienen menos de 30 año. Esto supone que son más millones de personas que toda la población de Estados Unidos.

En las plataformas de segunda mano se pueden adquirir bolsos de Louis Vuitton desde 450 euros o abrigos de Prada a partir de 200 euros. Para una mujer de entre 20 y 30 años, hija de uno de los 400 millones de chinos considerados clase media, es un precio razonable para comprar un producto de lujo que, de otra manera, sería complicado. Las ventas “aspiracionales” esperan ser las grandes estrellas del sector retail online de segunda mano durante la festividad del año nuevo chino, en febrero del 2021.

Los expertos son optimistas para los próximos años en este segmento de negocio cada vez más de moda entre las nuevas generaciones. Entienden que la concienciación sobre el medioambiente, el comercio justo y, sobre todo, el control de las finanzas personales apoya este optimismo.