Ni Ibai, ni AuronPlay, ni nada de nada. El ‘youtuber’ mejor pagado del planeta se llama Ryan Kaji y tiene 10 años.
El chaval tiene 30,9 millones de suscriptores en su canal Ryan’s World y todos sus vídeos suman 48.700 millones de visualizaciones. Y esto, ¿en cuánto dinero de traduce? Pues en la friolera de 29 millones de dólares al año, según la revista Forbes. Es casi una utopía. Un sueldo de futbolista de élite o estrella de la NBA.
Eso sí, su éxito en las plataformas no ha estado exento de polémica, porque es conocido por el mundo entero desde que tenía tres años. Entonces, eran sus padres los que compartían vídeos suyos, algo que ha abierto el debate sobre una posible explotación de los progenitores sobre el pequeño con el fin de lucrarse. De hecho, en su vídeo más visto (2.000 millones de visualizaciones) tenía cinco años.
Registration Closes TODAY at 2 pm EST. Goal Settimg Masterclass for Millennials and late Genzers (Young Professiona… https://t.co/ezmFwxjVv3
— Dr. Nicole Rankine Sun Jan 17 13:58:11 +0000 2021
El dinero de Ryan procede de numerosas fuentes: las propias redes sociales, los videojuegos, diversos anuncios, patrocinios de determinados productos e incluso de la venta de libros. Y eso es solo lo que percibe el niño, porque entre él y su familia suman nueve canales. Uno de ellos, Kaji Family, cuenta con 7,86 millones de suscriptores. Imaginaos a esa familia… Surfeando en el dólar.
Ryan tiene hasta su propio videojuego. Roblox, una empresa de juegos online, estableció un acuerdo con los Kaji para llevar el “Mundo de Ryan” (a su plataforma online. Este permite comprar ‘monedas’ con las que adquirir artículos, al igual que ocurre hoy en día con muchos videojuegos para el móvil. Pues bien, los Kaji también reciben un porcentaje cada vez que un usuario compra ‘monedas’.
Asimismo, el chaval dirige un show en Nickelodeon en el que va resolviendo acertijos hasta descubrir la identidad de los invitados en cada capítulo, y dispone de varias líneas de productos de juguetes, pasta de dientes, libros y chucherías. Ryan Kaji hasta en la sopa.
