Todo lo que tienes que saber antes de viajar a Estados Unidos tras la vuelta de los vuelos internacionales

Estados Unidos permitirá de nuevo los vuelos internacionales de la Unión Europea y Reino Unido a partir de noviembre, después de 18 meses de prohibición y en los que los ciudadanos de estos países han tenido que luchar con separaciones transfronterizas que les han impedido viajar al país o ver a sus familiares.

Las búsquedas de los usuarios para todos los vuelos internacionales con destino a Estados Unidos aumentaron un 27% entre el día que se hizo público el anuncio, el 20 de septiembre, y el día siguiente, según datos publicados por la plataforma de reserva de viajes Hopper. Pero la experiencia no será igual a la de antes de que llegara el coronavirus, algo muy importante para las ilusiones de esas personas, que deben tener en cuenta la situación pandémica.

“Los viajes no deben anticipar nada parecido a viaje prepandémicos”, asegura Robert Cottey, analista con sede en Londres de A2 Global Risk a CNN.

Restricciones de entrada

Todos los ciudadanos extranjeros deben estar vacunados, con alguna vacuna aprobada para su uso por Estados Unidos o por la Organización Mundial de la Salud, y deben enseñar un comprobante de vacunación. Esto último es importante, puesto que el país norteamericano, al igual que Europa, no reconoce la vacuna Sputnik, por lo que aquella persona que se haya vacunado con la vacuna rusa, no podrá entrar. También es imprescindible entregar una PCR negativa, tomada como mucho 72 horas antes.

Los ciudadanos estadounidenses que tengan su lugar de residencia en Estados Unidos y no estén vacunados deberán someterse a otras pruebas, como una cuarentena obligatoria, además de la entrega de una PCR negativa de una vigencia máxima de tres días.

En el caso de los niños (en Europa, la vacunación exime a los menores de 12 años), deberán enseñar una prueba negativa, de hace, como mucho, tres días, incluídos los menores de dos años o más.

Medidas de seguridad en territorio estadounidense

Las mascarillas son obligatorias tanto dentro del avión como en los aeropuertos, igual que el transporte público (trenes, metro...).

Todo lo que tienes que saber antes de viajar a Estados Unidos tras la vuelta de los vuelos internacionales

Las regulaciones de seguridad y salud, varían dependiendo del estado al que se dirija cada ciudadano. Por ejemplo, Florida es un estado anti-mascarillas, mientras que Nueva York exige la mascarilla y enseñar el certificado de vacunación para actividades como cenar en espacios cerrados. San Francisco o Nueva Orleans también tienen sus propios requisitos de vacunación para ciertos espacios interiores (restaurantes incluidos).

En todo caso, el visitante debe informarse de las medidas sanitarias de cada zona.

Escasez

Los turistas no se van a encontrar un país igual al que podían presenciar en 2019, cuando covid-19 no acechaba en el mundo. Aunque el turismo vaya a regresar, la industria hotelera continúa con su escasez. Millones de puestos de trabajo de cajeros, recepcionistas, amas de llaves y otros empleados quedaron vacantes tras las renuncias o despidos que se han producido en estos meses de incertidumbre y crisis sanitaria. Esto puede provocar que en supermercado sean las colas más largas, así como el check-in o check-out o el servicio al cliente de un hotel se retrase con regularidad o que los servicios de limpieza no funcionen con normalidad.

Algunos ciudadanos están acostumbrados a coger coches de alquiler en lugar de usar el transporte público en el país, pero estos también escasean. Las reservas online pueden llegar a colapsarse y los expertos alertan de que el prepago no es una garantía del 100%, pese a que la mayoría de operadores priorizan estos tipos más que los alquileres de pago a la llegada. Lo más recomendable, es que se reserven con la mayor antelación posible para evitar malas experiencias.

A mayor demanda y menor oferta, mayor es el precio

En base a lo anterior, la escasez y el anuncio de que los turistas regresan al país provocará, con casi total seguridad, que hoteles o establecimiento aprovechen y suban sus precios. El volumen de reservas de alquileres vacacionales en noviembre y diciembre de este año (primeros dos meses que volverán los ciudadanos extranjeros tras la pandemia) es un 377% más alto en comparación con 2020. Incluso un 91% más alto que las mismas fechas en 2019, cuando el virus no estaba en nuestras vidas.

Por ejemplo, el Día de Acción de Gracias, último jueves de noviembre, tiene un coste medio de 415 dólares/noche (unos 350 euros), un 58% más que 2019. Así, las tarifas promedio de Navidad son de 599 euros/noche (alrededor de 510 euros), por los 332 dólares/noche hace dos años. No se descartan tampoco subidas en productos de supermercados, restaurantes...

Situación sanitaria en el país

Venimos repitiéndolo desde el principio de la pandemia: la relajación de medidas contra el coronavirus no significa la desaparición de este. Por tanto, aunque se pueda volver a viajar a Estados Unidos, el virus que tanto ha impactado a nivel global permanece, y los peligros de contagio continúan.

Estados Unidos ha enfrentado una nueva ola de casos positivos desde el comienzo del verano, no tan mortífera ni contagiosa como el invierno anterior, y parece que hace unas semanas llegó al pico y se está estabilizando. No obstante, los fallecimientos continúan al alza. El pasado martes, 21 de septiembre, el país notificó 130.208 casos positivos y 2.366 muertes por la enfermedad.

Con el aumento de la variante Delta, la Unión Europea eliminó a Estados Unidos de su lista segura, además de que algunos países europeos impusieron una prohibición a los viajes no esenciales desde allí. Los viajeros podrían estar sujetos a cuarentenas, pruebas adicionales u otras posibles complicaciones.

Opciones limitadas de prueba

En Europa, los ciudadanos estamos acostumbrados a pruebas covid-19 rápidas y, en algunos casos, gratuitas, algo que no sucede en Estados Unidos y necesario de tener en cuenta para el viaje de vuelta.

Por ello es de extremada insistencai que el viajero planifique absolutamente todo su viaje (reservas con antelación, petición de pruebas en un intervalo de tiempo de 72 horas a más tardar antes de la ida y de la vuelta, conocer las medidas de las ciudades a las que se viaja...).